miércoles, 20 de mayo de 2015

Segundos de agonía.

Año a año, mes a mes, semana a semana, día a día, hora a hora, minuto a minuto, segundo a segundo, te acercas, lenta e inexorablemente hacia la muerte. Es la verdad más grande que puedo deciros, pero tanto yo, como cualquier persona consciente de que, quiera o no, un día su vida, y la de los que le rodean, llegará a su fin.
No es algo que sea fácil de digerir por muy inevitable que sea, sobre todo cuando es alguien cercano a ti el que se va, o incluso cuando es tu misma vida la que poco a poco se escapa de tu cuerpo... Estoy seguro de que esos momentos, son momentos de terror, de incertidumbre, de impotencia, y en la mayoría de los casos, de soledad... Porque, aunque cuando exhales tu último suspiro estés rodeado de la gente que te rodea, no creo que puedas evitar pensar que ninguno de ellos va a poder hacer ese viaje contigo, y ese pensamiento a su vez, es bueno, puesto que aunque tú te vayas, sabes que los demás van a seguir su vida, ya sea mejor o peor, pero van a seguirla, pero, visto de manera egoísta, es malo porque, mientras, tú... Dónde vas a ir? Al vacío? No habrá nada? Al cielo? (Claro, o al infierno si has sido malo... Con demonios que te insertan piñas por el recto... Y qué más? Unicornios?...) Al Valhalla? (Esto sí que estaría de puta madre... Si tuviera que elegir, esta es mi elección) No lo sabemos... En mi opinión, lo más probable es que simplemente dejemos de existir, no creo en Dios, ni en el alma, ni en mierdas de esas, por lo tanto, la vida después de la muerte, la veo altamente improbable y antinatural, pero bueno, eso ya es la fe de cada uno, y con eso no me meto, cada uno puede tener los amigos imaginarios que quiera.
Vosotros, ávidos lectores de este mi blog, (que por cierto llevo siglos sin actualizar), os preguntaréis el por qué de esta repentina actualización, sin vaselina, sin avisar y sin nada que ver con lo que "acostumbro" (sí, sí, sobre todo eso, costumbre...) a escribir, no? Pues muy fácil... Me está tocando vivir ahora mismo la perdida de un ser cercano a mi. Pero no, no sintáis lástima por mi ni por ella, ella va a dejar de sufrir y yo, bueno, yo voy a seguir con mi vida, me mantendrá unos días triste y taciturno, y ya está, pero, si tenéis que hacer algo, simplemente reflexionad, asumid, si aún no lo habéis hecho, que no sois eternos y que nadie lo es (esto también es aplicable a las relaciones entre personas, pero eso es otro tema que discutiremos y sobre el que reflexionaremos otro día) y recordad que tenéis que vivir la vida como Paulo Coelho diga, que ese hombre sí que sabe.
P.D.: espero, aunque no sea regularmente, escribir de vez en cuando más por aquí.
P.D.2.: De verdad que lo espero.
P.D.3.: No le hagáis caso a la última frase antes de las postdatas, por favor... Lo que sea menos Coelho xD

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